lunes, 31 de marzo de 2014

Fractura de peroné, viaje en ferry y llegada al destino

Ferry Puntarenas con destino a Paquera
En el ferry buscamos una bonita ubicación en el tercer piso, para no perdernos el paisaje durante ese viaje de 1h30m.

Sombrero, gorra, bloqueador, el sol estaba fuerte, nos sentamos en butacas a la interperie; con agua fresca, refrescos bien fríos y unas botanas que se compran allí en el puesto, nos dedicamos a observar todo lo que el ancho Oceáno Pacífico nos ofrecía, se acercaron unas gaviotas a comer de nuestra mano, y uno que otro delfín hizo su danza.

Llegada al muelle de Paquera

4.50pm: el ferry está por aparcar en el muelle de Paquera. Nos dirijimos al pueblo de Jicaral para hacer algunas compras.

Nos quedarían todavía unas dos horas para llegar a la cabina del matrimonio amigo en la Playa San Miguel, al bajar del transporte marítimo, como ya comentamos antes, debíamos ir al pueblo a realizar unas compras al Palí (nombre del supermercado del lugar), el establecimiento estaba repleto de gente debido a que era quincena (fecha en que la mayoría de las personas hacen compras, además era 14 febrero "Día del Amor y la Amistad"). Días antes, yo había hablado con el administrador del Palí, para que me guardara una carne y no tener que transportarla desde San José; se sumó a la compra huevos, cervezas, pan, queso, botanas y más, íbamos a estar 3 días en la cabina y en mi país ir de visita y llegar con las manos vacías es muy feo. Bueno, además que ya nos habían indicado nos correspondía realizar el almuerzo o la cena del día sábado, para 13 personas (niños y adultos), que nos reuniríamos ese fin de semana.

6pm: Terminamos las compras, ya estaba oscureciendo, con mapa en mano nos dirijimos a nuestro destino, por un camino, podríamos decir que estaba bien, calle lastreada pero que levantaba mucho polvo, en algunos tramos con poca luz. Hubo un trecho que nos correspondió ir detrás de un coche que nos lanzaba, por efecto de la carretera, mucho polvo y cuando se detuvo, aprovechamos para pasarle adelante, algo que no habíamos podido hacer antes por lo angosto de la carretera, no fuera que nos toparamos con otro vehículo en sentido contrario, en una zona con poca luz eléctrica.

Nos perdimos

Pero sucede que cuando adelantamos el coche, no nos dimos cuenta que allí justamente teníamos que doblar a la derecha, algo que nos enteramos 30 minutos más adelante cuando preguntamos por la dirección de una pulpería conocida (que indicaba el mapa), y nos han dicho nos devolviéramos. Ya habíamos perdido una hora, cuando llegamos a la pulpería citada observamos que no hubiésemos podido ver el rótulo (nombre de la pulpería) pues estaba tapado por unas palmeras, además de la poca luz del lugar.

Mientras tanto los dueños de la cabina nos llamaban al celular (cuando había señal ya que en esa zona no en todo sitio se tiene cobertura) para saber por donde veníamos,  para terminarnos de guiar, nos faltaba aún una hora por llegar. Nos encontramos con la otra dirección de una pulpería "Los Maderos", ya estábamos cerca, buscamos señal para el celular, pudimos comunicarnos y nos indican de ahí doblar a la derecha, fijarnos en el camino pues nos harían señales con un foco para que supiéramos donde debíamos ingresar, el camino a la entrada de la cabina.

Llegada a la cabina

9pm: Que bien hemos llegado!!!, muchos saludos y afectuoso recibimiento, bajar las maletas, nos indican donde es nuestro cuarto (el lugar cuenta con varias cabañas individuales), nos damos un baño y cambio de ropa (veníamos llenos de polvo hasta las pestañas), luego ir a cenar (los demás ya lo habían hecho antes), un arroz con palmito con un vino, al terminar fuimos a una salita a reunirnos a con el resto de los invitados, algunos no los conocíamos. Al filo de las 12media noche llega la última pareja con niños que se esperaba. En total éramos 13 personas: un bebé, varios niños hasta los 14 años, 4 parejas (matrimonios).

Termina el viernes pasadas las 12 media noche nos vamos a dormir, los planes para el día siguiente son que los hombres irán a jugar golf a un campo cercano en Punta Islita y las mujeres iremos con los niños a la playa.

Es de agradecer que el cuarto donde nos correspondió dormir contaba con abanico y otras necesidades para el clima caliente, mientras que el otro cuarto ya tenía un viejo inquilino (un murciélago pendiendo del techo), dis que vive allí y no hace nada, solo dormita; los niños decían que era una mariposa, los más grandecitos no dudaban de lo que era.


Yo no hubiera podido dormir con ese "inquilino" en mi cuarto, y usted?

Siga leyendo, ya viene el acontecimiento de esta historia Fractura de peroné, sabrá que pasó el sábado 15 de febrero...

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